Escribo esto porque a menudo falta información de primera mano cuando la buscas. Esta es mi experiencia.
La dra Barroso llegó tarde a la consulta y se le acumulaban los clientes. En todo momento me trataron con prisas y sin cuidado.
Me pincharon vitaminas. Muy pocos pinchazos en relación a pasadas experiencias en otros centros (de hecho, los resultados fueron nulos, a pesar de ser un tratamiento caro), pero suficientes pinchazos como para que la cara se te hinche.
Y así, con la cara hinchada, me sacan de la consulta sin decirme a qué otra consulta tengo que ir, con lo que estoy de pie en el pasillo esperando a que me digan dónde ir, con la cara hecha un cristo y con las clientas que están esperando en la entrada mirándome.
Me pasan a otra consulta donde me hacen esperar. ¡Luego me vuelven a sacar de ahí y me meten en otra!
Me inyecta voluma en los pómulos a toda prisa (no me lo podía creer) y cuando me miro veo que me lo ha inyectado todo en el centro del pómulo, con lo que parezco un castor!
En ese momento me dijo que si necesitaba más ya lo veríamos en unos días (-volviendo a pagar, claro).
Así que, en lugar de utilizar el producto de una manera lógica y de aplicarlo donde hacía falta, lo que hizo fue crear una descompensación. No sé si lo hizo para forzar una segunda aplicación, si lo hizo por prisas o por no saber hacerlo mejor.
Cuando se lo dije me miró con una sonrisa asesina que no os la deseo a ninguna.
En cualquier caso me gasté casi mil euros por una atención nefasta, y por unos resultados nada satisfactorios.