Una correcta elección de los cosméticos, resulta un alivio para tu bolsillo. El precio no es un indicador de una buena compra, si es barato y no te sirve, será dinero perdido y un producto de alto precio no garantiza su calidad.
El primer paso es revisar tu almacén de belleza. Debes verificar que tus productos de maquillaje estén en buenas condiciones, sin aromas desagradables, ni texturas viscosas, si es así deséchalos de inmediato. No debes aplicarlos en tu piel ya que de hacerlo puedes provocar una reacción alérgica o desagradable.
Después debes separar tus productos en dos categorías básicas. Los cosméticos de casa y los de bolso. ¿Por qué? Pues porque no es lo mejor cargar con todo el ejército de productos ya que se estropean y porque pesan una tonelada y tu pobre hombro agradecerá que le tengas un poco de consideración.
Los del bolso o cosmetiquera deben de ser pocos, los básicos. Máscara de pestañas, una versión o envase pequeño de maquillaje, sombras (duo), colorete y 2 labiales todos en gamas neutras. Un delineador de labios y uno de ojos, un pequeño paquete de pañuelos desechables, un perfumero lleno de tu fragancia favorita un rizador de pestañas (si es que lo requieres). Un estuche de polvos compactos con su borla. Un espejo es imprescindible. La cosmetiquera solo debe contener productos básicos ya que solo son para emergencias o retocar el maquillaje. Si eres muy ordenada entonces podrás poner el labial que hayas decidido usar ese día.
Una vez que hayas seleccionado y organizado los productos que sirvan, haz una lista de lo que realmente necesitas
Intenta ir de compras con tu madre, tu mejor amiga o hermana, prima, en fin, alguien de quien confías de su criterio. Recuerda que las consultoras no son objetivas, a menos que seas clienta asidua, normalmente ni conocen tus gustos ni tu piel. Casi siempre procuran venderte cualquier producto nuevo por cumplir con su cuota. Se que cuidan su trabajo, pero tú debes cuidar tu cuenta corriente. Una buena consultora jamás te impondrá nada. Está para asesorarte no solo venderte.
Prueba las texturas de las sombras y el colorete de los probadores. Casi todas las casas de cosméticos la tienen. Y hay ocasiones que te maquillan. Es la mejor manera de enganchar una clienta y tu eligirás lo que más te gusta.
NUNCA COMPRES EN MERCADILLOS, BAZARES O EN LUGARES EXPUESTOS A LA INTEMPERIE. En efecto muchas veces encontrarás marcas buenas, pero los productos se estropean con la exposición al sol y además casi siempre son lotes defectuosos, o peor aún, casi siempre son robados. No contribuyas a esta práctica ilegal. Además no te dan garantías y no podrás devolver la mercancía en caso de que no te sirvan. Algunos puestos tienen marcas que sólo Dios sabe de qué están hechos. Por tanto en las etiquetas debe aparecer la composición, la empresa que los distribuye y su domicilio fiscal.