Para mantener unos ojos hermosos y cautivantes, busca el lado bueno de las personas.
Para unos labios carnosos y sensuales, habla quedo y con palabras amables.
Para una agradable sonrisa, sonríe a pesar de las circunstancias que puedas estar atravesando.
Para un pelo sano, abundante y sedoso, deja que la mano de un niño pase a través de ellos aunque solo sea una vez.
Para unas manos suaves y acariaciables, aplaude con sinceridad el éxito de los demás.
Para un buen porte, camina siempre con la seguridad de que nunca andarás en soledad.
Para unos brazos firmes, ayuda a alguien que se haya caído a levantarse de nuevo.
Para una figura esbelta sin hacerte cirugía, comparte tu pan con el hambriento.
Para tener estilo y elegancia, trata con sinceridad y respeto a todos sin importar la posición social que tenga, ni el poder que ostente.
Para dormir bien y levantarte con relajación y feliz contigo, ama a tu prójimo como a ti y refúgiate en ese manantial de paz que sólo el universo sabe dar.