¡hola!
Yo tengo el mismo problema que vos, 20 años por lo menos comiéndome las uñas. Las veces que logré tenerlas largas, lo hice a fuerza de voluntad. Duraba uno o dos meses, y las comía de nuevo. El consejo que usualmente dan es descargar la ansiedad haciendo otra cosa. En lo personal, no lo logré, pero quizás te sirva. El esmalte amargo sirve si las cortas con los dientes, no con los dedos. En fin... Creo que nuestro problema es que, en el fondo, pensamos que no merecemos unas manos bellas, cada una sabrá sus motivos. Tenemos que eliminar esa baja autoestima, porque es eliminar este problema (y otros) de raíz un beso y ánimo que se puede!