Lo que voy a decir ahora, creo que es algo que todas en algún momento hemos pensado.
Y es que creo, que los perfumes, al igual que los medicamentos, deberían venir con un prospecto (para algunas mujeres más que para otras).
¿por qué?, pues porque no puedo soportar un martes cualquiera, a las 7:30 de la mañana cuando me subo en el ascensor, el olor a Dolce & Gabanna (la roja) a garrafadas. Vamos a ver señora, ¿es que Vd. va a trabajar con el vestido que llevó a la boda de su hermano?, ¡¡pues eso!!, cada cosa a su tiempo y un tiempo para cada cosa.
Y con la "posología" (dosis) pasa igual, que hay a algunas que ya el aroma les va anunciando tres manzanas, que todavía no han salido de su casa y en el supermercado la están "mascando".
En el prospecto debería de venir recogido todo esto, la dosis, si es para el día, para la noche, si hay versión infantil (que esa es otra, en la clase de mi hijo de diez años, hay una niña que se pone Chanel N 5 como su mamá) como la aspirina, y sobre todo qué hacer cuando te has pasado con la dosis y ni siquiera tú te aguantas a ti misma (hace poco leí una charla de una que se había puesto Angel y pedía socorro).
Todas tenemos una vecina, una amiga, o un conocida que actúa de esta manera, y como somos muy educados y nos da vergüenza (la que a ella le falta), no se lo decimos, pero decidme ¿no os ocurre algo parecido?.