Corta muchísimo.
Bueno, es una decisión muy personal. Si te apetece, hazlo.
Tengo el cabello ondulado y por muchísimo tiempo luché con el secador, la plancha, la peluquería, pero es agobiante.
Por fin un día decidí probar cortármelo. Empecé de a pocos: bob, carré, hongo y todas las opciones fueron complicadas, porque las ondas se alborotan, toman volumen y lucía mucho más despeinada que cuando lo tenía larguísimo y me hacía moñas o trenzas.
Por accidente terminé con el cabello corto en toda la cabeza y lo disfruté por muchos años.
Ahora lo llevo como está en la foto de perfil o en mi álbum y descansé bastante. Un poco de cera, 4 minutos de secador y listo!. Acepté mis ondas, pero en un corte que me no me esclaviza.
Eso sí, se requiere valor para hacerlo. A pesar de lo atrevida que soy en cuestión de cortes, el primer día siempre me cuesta bastante salir de la peluquería, pero luego, cuando veo que la gente me percibe más elegante y joven, pienso que acerté.
Además, la adrenalina que me produce ahora el paso de la máquina por la nuca, es deliciosa.
Ya no tengo que preocuparme por andar retocando el peinado, repitiendo las trenzas o acomodando las hebillas. Simplemente aprieto mis ondas, aplico un poco más de cera, y sigo con mi estilo.
Ojalá te animes.